La tan mencionada ansiedad es casi siempre conocida por ser un término desagradable, asociado al estrés y al miedo pero ¿Quién habla de la ansiedad positiva? ¿Cuánto sabemos realmente acerca de ella? ¿Qué es y cómo funciona? ¿Por qué y cuándo la sentimos?
Sin la ansiedad no sobreviviríamos
En primer lugar y como objetivo principal, cabe decir que la ansiedad tiene una función importantísima para la supervivencia. Es una respuesta adaptativa a situaciones de peligro. Para ejemplificar esta explicación siempre suelo poner el mismo ejemplo. El ejemplo del Tigre y dice así: Si usted está en una sala de cine o tomando algo con sus amigos en un bar y de repente aparece un tigre, probablemente la respuesta más común es que se asuste y eche a correr. Lógicamente los tigres no están en los bares ni en las salas de cine y todos sabemos que son peligrosos si se deciden a atacar. Es por eso que la naturaleza nos dota una vez más con un complejo y maravilloso sistema de alarma que nos protege ante situaciones peligrosas. Ante esa alarma se activa el sistema dopaminérgico que liberará señales a todo el sistema nervioso central y que producirá la secreción de adrenalina la cual dará lugar a diferentes síntomas fisiológicos y mentales, que conductualmente nos preparan para la huida. Hasta aquí podemos considerar la ansiedad como una emoción muy positiva para la especie.
La ansiedad negativa
Tratamiento frente la ansiedad negativa
Los tratamientos más eficaces para la ansiedad son las terapias cognitivo-conductuales y las técnicas de relajación. Por una parte es importante enseñar al sujeto a modificar las creencias negativas. Las técnicas de exposición gradual y confrontación serán muy útiles. Por otra parte es importante saber relajar la mente y en consecuencia el cuerpo y para ello hay también diversas técnicas que una vez aprendidas pueden ser de gran ayuda. Es esencial saber respirar bien. Una respiración diafragmática siempre nos ayudará, evitando así que hiperventilemos y nos pongamos más nerviosos. En algunos casos también se administra medicación con ansiolíticos.
Concluyendo, podemos afirmar biológicamente hablando, que la ansiedad positiva existe como una forma de protección y que cuando se vuelve patológica es porque nosotros con nuestros pensamientos activamos el mismo sistema de alerta ante un estímulo que no supone un peligro real para nuestra vida.
Desde aquí, animo a revisar nuestras creencias cuando son erróneas, exageradas o carecen de fundamento. Dedique solo cinco minutos diarios a respirar como es debido y notará que su ansiedad puede llegar a convertirse en un bien preciado.