Pareja y familia

«Te quiero mucho pero te dejo»: el desamor

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desamor
Imagen de makunin en Pixabay 

El «Te quiero» y el «te quiero mucho»

Yo siempre digo que  más difícil decirle a alguien “te quiero”, que decirle  “te quiero mucho”. El adverbio “mucho”, no deja desnudo a un sentimiento tan potente como el “querer” y se ve que preferimos adornar este verbo para no quedarnos solos ante la magnitud del amor y de lo que implica amar. Del mismo modo, también solemos decir “te quiero mucho pero te dejo” o “te quiero mucho pero ya no siento lo mismo” que decir “ya no te quiero”. En varias ocasiones y en diferentes artículos he hablado del amor y del enamoramiento (siendo distintos). He mencionado también los cambios químicos y biológicos que reporta tan misterioso sentimiento y por otra parte, también he hablado de rupturas e infidelidades. Hoy, en este nuevo post, me gustaría hablaros del desamor. Un término infrecuente en palabras, pero usual en realidades.

El amor y el desamor, son temas complicados.  Sentimientos que se mezclan, que se confunden y que no saben, a veces, definirse.  Ángela me comenta en consulta que ama con locura a su novio y que le desea lo mejor pero que le quiere dejar. Yo le pregunto que si la “locura” de amarle tanto y querer dejarle es el temor a aceptar que quizás ya no lo quiera realmente. Ella niega, reiterando lo “mucho que le quiere”. Al final de la sesión  llora, pronunciando que tal vez solo sienta cariño pero que le da pena dejarlo.  No juzgaremos los sentimientos de Ángela, pero sí que nos sirven como ejemplo para adentrarnos al complejo mundo de la confusión de los sentimientos. ¿Uno puede querer mucho a alguien y al tiempo querer dejarle? El cariño, la costumbre, la compasión, el miedo, el temor a la soledad etc…hacen que “el querer” se convierta en “querer querer” y es duro, muy duro porque implica aceptar el desamor.

  ¿Qué causa el desamor?

Para hablar de desamor, primero tendríamos que hablar de amor. Y digo esto porque a menudo el amor se confunde con el enamoramiento, que es un estado pasajero. Muchas rupturas se dan, una vez finalizada la vorágine de sensaciones mágicas que proporciona el enamoramiento. Y enamoramiento no es amor, es enamoramiento.  Entonces uno se justifica diciendo “que ya no es lo mismo”, porque las mariposas han dejado de revolotear  alrededor. Por lo que respecta al amor, es difícil de definir pero ciertamente, dentro del compromiso de dos personas que se aman se encuentra el cariño, igual que la monotonía y a veces hasta el aburrimiento pero no todo el mundo está dispuesto a pagar tan complejo peaje. Hay quien no acepta esa parte, hay quien la acepta pero se desgasta en el intento y hay quien se cansa de aceptarla. Por otra parte también hay quien deja de sentir el sentimiento de unión y pertenencia a ese vínculo.

 
Hace años, la infidelidad era la primera causa de divorcio. Parece que esto ha cambiado, y que ahora el desamor pasa a estar en primer lugar. Si pensamos lógicamente tiene su justificación. En primer lugar porque los tiempos han cambiado, y en segundo lugar y más importante porque la infidelidad no tiene porque relacionarse siempre  con el desamor. El desamor implica que ya no hay sentimientos de apego y que como la palabra indica; ya no hay amor. Pero siguiendo a la pregunta inicial ¿Por qué se da? No hay una única respuesta. Quizás la más relevante sea la que acabo de mencionar; el desapego y la falta de vínculo. Ya no “se aguanta” una situación que reporta insatisfacción. En un momento en el que la sociedad se ha vuelto individualista, esto no es raro de ver.
 
Es más; el número de rupturas aumenta.  Las altas expectativas que se ponen en una relación, las desilusiones correspondientes, la falta de tiempo para cuidar al
otro, o dar por hecho que la relación esta consolidada ,los problemas a nivel sexual (falta de o incomunicaciones), la búsqueda de nuevas sensaciones, incluso los problemas económicos y/o laborales crean desencanto, frustraciones
y con ello distorsiones del pensamiento que pueden llevar al desamor. “el/ella ya no es como antes”, “no aguanto estar haciendo lo mismo” o simplemente “no tengo porque aceptar algo que no tolero del otro”, llevan a la distancia de una relación.

Parece ser que el “hasta que la muerte nos separe” se ha quedado como  titular de las películas románticas. El amor hay que trabajarlo. El amor hay que cultivarlo sino se apaga. El amor tiene hambre y el amor requiere de tiempo, paciencia y a veces disculpas. Es tarea difícil en un momento difícil pero lo realmente complicado no son los tiempos que corren sino lo que estamos dispuestos a dar en cuanto a amor se refiere. Amor y desamor y todos quieren un final feliz.  “Nunca encontrarás a alguien como yo” -pronuncia el que es abandonado- “justamente  este es el propósito” -, ¿piensa el que abandona…?

Núria Costa, psicóloga

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6 comentarios en “«Te quiero mucho pero te dejo»: el desamor

  1. Me ha gustado mucho Núria, sin duda un tema muy complejo, del que aún tenemos mucho que aprender. Un saludo

  2. Muchas gracias María!
    Saludos y feliz noche;-)

  3. Nuria, cómo saber si es el momento de dejarlo, o de luchar por la relación? Si uno realmente ama, y al otro le embargan las dudas, cómo saber si ese desamor es producto de una situación transitoria, como la monotonía.
    Cómo saber si el amor está ahí, y necesita que lo rescatemos.

    Sé que no es para nada una pregunta fácil, mucho más difícil será dar una respuesta general. No se si debería hacerle esta misma pregunta a la chica que duda si me sigue amando.

  4. Hola!
    Realmente sí es difícil responder a esta cuestión. Lo mejor es que podáis hablar de manera tranquila y sincera. No somos adivinadores del pensamiento y la comunicación es muy importante.
    Saludos!

  5. Hola Nuria, llegué a tu página porque no tengo con quien hablar, todos me van a juzgar y yo solo necesito que me escuchen mi historia es horrible, me casé con un hombre bueno, trabajador que me quiere pero un hombre al que tal vez nunca amé, tuvimos una relación larga y antes de quedarme sola me casé con él, nuestra relación es monótona, sin alegrías, los días pasan y todo es igual, decirle que cambie que vivamos es que me cuestione, que se ponga peor conmigo, prefiero ni hacerlo, hace 4 años conocí a un chico 20 años menos y me enamoré como una quinceañera, él creo que también me quiso pero yo nunca acabé con mi matrimonio y aunque le decía que estábamos mal un día vio una foto mia con mi esposo en FB y nunca más me habló, han pasado ya dos años y acabo de descubrir que hace un año 7 meses está con una chica joven, linda, profesional, divertida, con dinero, la chica ideal, esto me destrozó, por un lado me alegro por él, sé que le causé dolor, por otro lado le tengo unos celos terribles, daría tanto por estar en su lugar, como soy una tonta googleando y entrando a FB pude ver que él la primera vez que él salió con ella a cenar la llevó a nuestro restaurante, luego a otro que queríamos conocer y a otro más, no entiendo por qué hizo estas cosas, él no me ha borrado del skype, me mantiene ahí, yo acabo de eliminarlo con el dolor de mi corazón, a veces veo que se conecta y se desconecta (sé que lo hace para que lo vea porque usualmente me tiene bloqueada) él vive en skype pero para mi siempre estaba desconectado al igual que yo, no entiendo a veces pienso que tal vez quiera tener de nuevo una aventura pero ya sin involucrar sentimientos y eso seria fatal para mi, sé que me dirán que soy una loca que aposté por un chiquillo que nunca me quiso, no es así yo sé que sí me quiso, cuidándose tal vez, sabiendo ambos que era imposible… solo busco palabras de aliento que no me hagan flaquear y asumir que ya no habrá nunca más nada y que debo ser feliz sabiendo que él ahora es feliz, gracias por escuchame.

  6. Hola! En primer lugar decirte que cada uno es su peor juez. Nadie es tan potente para juzgar como uno mismo, así que no pienses que los demás te señalan, pues principalmente es lo hace uno mismo y es el peor daño. En segundo lugar, comentarte que sería bueno que repararas en lo que realmente quieres tu para tu vida en este sentido. Hablas de él como si todo dependiera del chico. No es así. En verdad tu vida y la manera en a que quieres vivir las relaciones solo depende de ti.
    Me alegro que te sea de utilidad el blog. Un abrazo!
    Núria

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