Pareja y familia

Paternidad y funciones emocionales

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“La paternidad pide a las parejas redibujar los límites en relación a una tercera persona, a ellos mismos-como individuos y como pareja- y en relación a su entorno social y económico”

     (Clulow, 1996)
                                                                                                      
paternidad y funciones emocionales

La transición a la paternidad es  siempre un reto importante en la que se dan cambios a dos niveles principalmente. En primer lugar y a nivel individual, la persona tendrá que asumir nuevos cambios, nuevas responsabilidades de las que no siempre  es consciente. El individuo experimenta cambios a nivel emocional que pasan desde la ilusión hasta el miedo, dependiendo en cada caso de la situación y el contexto. En segundo lugar y como consecuencia, los cambios se darán también a nivel de pareja tanto en lo que concierne a la intimidad como a los acuerdos que ambos pacten para la educación de su/s hijo/s.  Según Clulow se pasa de la díada a un triángulo (3 personas) en el que se presentarán dilemas que habrá que manejar.

Uno de estos importantes dilemas será qué funciones emocionales aportarán a la familia, a los hijos más concretamente. Según Pérez Téstor (2006) “la familia será la encargada de contener ansiedades y ayudar a crecer, potenciando la diferenciación, cooperación, educación y aprendizaje, así como dar y respetar el tiempo y el espacio de los miembros de la familia” ya que la vinculación sana con el padre y la madre serán decisivas para un correcto desarrollo del niño.

Los dos tipos de funciones emocionales en la paternidad

Según Meltzer y Harris (1989) se dan dos tipos de funciones emocionales. Las primeras son de tipo proyectivo, que son las que desorganizan y las que perjudican el aprendizaje. Las segundas son de tipo introyectivo, que son las adecuadas, las capaces de contener el dolor mental. Antes de pasar a describirlas, es necesario decir que muchas veces estos dos tipos de funciones conviven juntas, se dan a la vez. Por lo que hay que determinar cuál de ambas predomina.

1. FUNCIONES EMOCIONALES INTROYECTIVAS, las que generan crecimiento;

  • Generación de amor; Se fomenta la autoestima del niño, se potencia el amor oponiéndose a los movimientos de odio.

 

  • Fomento de esperanza; Los padres tienen una función de liderazgo, por tanto en situaciones de crisis o problemas familiares se ha de fomentar la esperanza. Si la familia transmite que saldrá adelante, fomentará el crecimiento.

 

  • Contención del sufrimiento depresivo; Cuando hay dificultades hay que saber afrontarlas. No actuar desde la negación sino crear un espacio en el que poder buscar soluciones desde la seguridad para contener los miedos.

 

  • Pensamiento; Hay que estimular el pensamiento. La persona ha de saber pensar por si misma y tomar decisiones

 

2. FUNCIONES EMOCIONALES PROYECTIVAS, Las que generan disfunciones en el ámbito familiar;

  • Suscitación del odio; Si se fomenta el odio se crea competitividad lo que dará lugar a inseguridades y angustia.

 

  • Siembra de desesperación; Hay victimización, catastrofismo, lo cual genera desmotivación e igualmente inseguridad y angustia.

 

  • Emanación de angustia persecutoria; Se transmite el sentimiento de que fuera de la familia existe el enemigo. Se suscita la idea de que “los demás son malos y quieren herirnos”, lo cual genera miedo y odio a la diferencia.

 

  • Creación de mentiras y de Confusión Se fomentan mentiras piadosas con el objetivo de que el otro no sufra, pero esto da lugar a la confusión. Es importante que la información dada se corresponda con la edad pero  hay  que fomentar el pensamiento positivo porque la mentira atrae a la ansiedad persecutoria y puede llegar a paralizar.    

Como he citado anteriormente, es posible que existan ambas funciones en un mismo entorno familiar pero siempre predomina un tipo concreto. Cabe decir que estas funciones no solo afectan a los hijos sino a todo el entorno familiar. Posteriormente veremos las funciones educativas que proporciona la familia y cómo éstas afectan a los hijos.

 

Fuentes y Bibliografía

“Definición de Familia: Una visión del Institut Universitari de Salut Mental Vidal i Barrquer.” Carlés Pérez Testor, Universitat Ramon Llull. Barcelona (2008)

http://www.upcomillas.es/redif/revista/Barcelona.pdf

“Educación y familia: la educación familiar en un mundo de cambio”. M.Alvarez Vélez, A. Berástegui Pedro-Viejo. Editorial; Universidad Pontificia Comillas. Madrid (2006)

Núria Costa, psicóloga

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