Psicopatología

TOC; vivir sumido en la obsesión

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TOC

 

“cuando salgo de la ducha no puedo tocar absolutamente nada, no quiero infectarme.  Es horrible para vestirme, mi madre tiene que ayudarme con la ropa y si me roza algo tengo que volver a ducharme o a lavarme las manos. Si me las lavo, tampoco puedo tocar el grifo porque éste tiene muchos microbios, así que, me cuesta horrores y necesito de la ayuda de alguien o de un paño limpio que me ayude a protegerme sin tener que entrar en contacto con él. ¡¡ ya no le cuento lo que hago para no tocar el suelo!! Mis pies no pueden pisarlo directamente porque eso supondría volver a la limpiarme…”


Laura, (nombre ficticio) tiene la piel de sus manos agrietada y enrojecida. Su obsesión nosofóbica (miedo a contraer enfermedades) hace que sus lavados sean repetitivos y que utilice detergentes cada vez más  agresivos, creándole de esta manera, lesiones en la piel. Sus comportamientos se basan en múltiples estrategias para no contagiarse y comenta una preocupación excesiva para ver si está haciendo lo suficiente para no contagiarse…

Laura padece un trastorno obsesivo compulsivo de tipo nosofóbico pero éste no es el único que encontramos dentro de esta patología. Pasemos primero a definir ésta, para más tarde detenernos en los tipos obsesivos más comunes.
 
El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad (TOC) se caracteriza por rasgos estables de comportamiento asociados a la obsesión. Su sintomatología comprende ideas y actos obsesivos sometidos a conductas ritualizadas y compulsivas. Puede iniciarse en la infancia y o en la adolescencia y puede tener una evolución crónica, existiendo altibajos en su gravedad e intensidad. Los casos graves pueden provocar invalidación total y un terrible sufrimiento.
 
Según los criterios diagnósticos del DSM-IV, El TOC, se da en diversos contextos, con un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal. Comprende al menos, cuatro (o más)  de estas características.
 
  • Excesiva preocupación por el orden, la organización y las normas, hasta el punto de perder de vista el objetivo principal de la actividad.
  • Perfeccionismo que interfiere en la finalización de las tareas (incapaz de acabar un proyecto porque éste nunca queda perfectamente hecho y debe repetirse)
  • Dedicación excesiva al trabajo, con exclusión de las actividades de ocio.
  • Escrupulosidad excesiva e inflexibilidad en temas de moral, ética o valores
  • Incapacidad para no tirar los objetos inútiles y gastados aun cuando no tienen un valor sentimental.
  • Conducta reacia  a delegar tareas, a no ser que éstas se sometan a hacer las cosas de la misma manera.
  • Avaricia, donde el dinero tiene que guardarse para catástrofes futuras.
  • Rigidez y obstinación.
 
Tal y como se ha dicho al principio, las ideas obsesivas pueden ser de diferentes temáticas.  Según Antoni Grau y tal y como cita en el libro; “Manual de Psicopatología clínica”, las más usuales suelen ser;
 
  • Dudas obsesivas; el individuo no está seguro de si ha realizado una acción, como por ejemplo; haber cerrado la puerta con llave, la luz, el gas… esto hace que  se entre en un bucle de repetición y que  se tenga la necesidad de comprobar repetitivamente la acción realizada. Cabe decir que esta es una de las principales características de este trastorno y guarda relación con los rituales de comprobación constante.
  • Obsesiones nosofóbicas; comentadas anteriormente. Hay miedo a contraer cierto tipo de enfermedades y el individuo tomará medidas exageradas para protegerse, haciendo que se ejecuten las acciones en un determinado orden, de manera minuciosa y con una conducta ritualizada. La acción se repetirá tantas veces como el individuo necesite aunque ello suponga una gran pérdida de tiempo.
  • Escrúpulos obsesivos; aquí el individuo vive su obsesión asociada a la responsabilidad, la culpa, el pecado y los valores (lo que está mal y está bien). Cualquier conducta que él considere fuera de lugar es juzgada injustamente por el propio sujeto y con verdaderos sentimientos de culpa. Este tipo de obsesión es típica en personas muy religiosas.
  • Ideas de contraste; aparecen ideas repentinas y contrarias a las creencias del individuo.
  • Fobias de impulsión; es un temor obsesivo a perder el control ante ciertos estímulos por ejemplo “ver un cuchillo y tener miedo a cogerlo y clavárselo”.
  • Cavilaciones obsesivas; un determinado problema aparece y reaparece en la mente del sujeto, sin saber dejar de pensar en ello.
  • Aritmomania; Necesidad obsesiva de contar, sumar y comprobar cosas del tipo; las baldosas de la calle, ver si las matrículas de los coches son capicúa o si determinadas cifras son pares o impares. En definitiva; contar cualquier cosa que ocurra ante la visión del individuo.
 
Todos estos pensamientos irán siempre acompañados de actos obsesivos. Esto es; compulsiones.  La compulsión  responde a la necesidad del sujeto a realizar repetitivamente un acto absurdo e innecesario. El hecho de no realizarlo produce una gran ansiedad, no pudiendo de esta manera dejar de hacerlo.
 
Según mi opinión, el tratamiento cognitivo- conductual, con una terapia enfocada en la modificación de conducta será de lo más eficaz  en este tipo de problemática. El tratamiento es largo y costoso ya que tiene que haber una psicoeducación a diferentes niveles. Los individuos que padecen esta patología a niveles graves están prácticamente limitados en todos los aspectos de su vida y esto conlleva un gran sufrimiento tanto para quien lo padece como para la familia cercana.
 
 
Bibliografía
 
Manual de Psicopatología clínica. A. Jarne; A. Talarn (comp.) (2000)  Obsesiones; A. Grau. Fundació Vidal i Barraquer, Paidós.
 
Valoración crítica de la terapéutica de los estados obsesivos. (1987) A.Grau, en Vallejo, J (comp.) Barcelona, Salvat.
Núria Costa, psicóloga

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Un comentario en “TOC; vivir sumido en la obsesión

  1. La verdad que cuando di psicopedagogia en educacion social fue uno de los trastornos que más me llamaron la atención, nos hablaban de gente que tenía que abirir y cerrar tres veces la puerta de su casa para entrar en ella, incluso con mi desconocimiento pensé que el toc era el asperger de mayor, luego en psicopedagogi ves que no :¬) buen articulo -como siempre- auqnue una pregunta; en que te basas para hacer un tema u otro ¿experiencia? ¿no será que eres Laura? XD un abrazo

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