Pareja y familia

«Llámame cuando llegues»: amor a distancia

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amor a distancia
 
Marta vive en Madrid y acaba de llegar de Londres, donde reside James, su pareja. Tiene que esperar entre 15 y 20 días para volver a abrazarlo de nuevo, pero ella espera, como ha estado esperando durante estos dos años de relación a distancia. Como ella, miles de personas mantienen una relación de este tipo. Algunas consiguen juntarse para siempre, otras fracasan en el intento pero la realidad es que este tipo de relaciones se dan y cada vez con más frecuencia.
 
Sería absurdo preguntar si es posible o no mantener el amor a distancia. La pregunta generaría un gran debate y cada cual con su experiencia y o criterio daría una opinión concreta a un fenómeno que no responde a generalidades. Lo que me interesa aquí del tema es; ¿Cómo se vive este tipo de vínculo? A pesar de las desventajas ¿Cuáles son los beneficios?


En primer lugar cabe decir que no hace muchos años atrás, la comunicación entre las personas estaba mucho más limitada. Hoy en día, con el acceso a las nuevas tecnologías, no resulta tan costoso estar en interacción con los que están a Kilómetros de nosotros. De esta manera los teléfonos móviles, los chats, Skype y otros métodos de comunicación brindan la oportunidad de acercarnos a los que están lejos. Sin ser esto suficiente para mantener una relación amorosa a distancia sí que ha dado lugar a que cada vez se produzcan con más asiduidad. Según un estudio publicado en Comunication Reserch, la mitad de estudiantes entre 17 y 26 años mantienen una relación a distancia y aseguran que en pocos años esta cifra podría aumentar un 75%. Por otra parte, estadísticas recopiladas en Estados Unidos afirman que más de un millón de parejas, viven a distancia y mantienen este tipo de vínculo.
 
En segundo lugar y adentrándonos ya en aspectos psicológicos, ¿Cuál es uno de los componentes que hacen que un enamorado viva la ausencia del ser amado, con una espera, a veces indefinida? Muchos psicólogos coinciden en afirmar que por naturaleza humana deseamos aquello que no podemos tener. A mi entender esto sería una conclusión generalista y poco elaborada pero sí que comparto la idea de que este tipo de relaciones tienen un componente romántico y pasional que genera angustia a la vez que ilusión y en consecuencia; una gran motivación en quien las vive. La influencia social  de la literatura y el cine aporta también ese ideal romántico que lucha entre  el desear y el tener.
 
Ahora bien, ¿Cuáles son las ventajas? A pesar de los inconvenientes, ha de haber algo que mantenga ese vínculo a Kilómetros de distancia y ya no hablamos tanto de la fuerza que tiene el amor sino de los aportes psicológicos que benefician a mantenerse en una situación determinada. En esta línea las ventajas son claras. La ilusión y la espera no se mezclan con la rutina. De este modo, los momentos con el ser amado suelen ser estallidos de bienestar muy potentes y lo suficientemente capaces de otorgar la dosis de felicidad hasta un nuevo encuentro.
 
Algunas investigaciones recientes afirman que este tipo de relaciones pueden llegar incluso a ser más estables y duraderas que las relaciones de amor cercano. Así lo dicta Mary Pistole, desde la Universidad de Purdue, quien en sus propias palabras postula; “»La pareja puede concentrarse en su trabajo cuando están separados y enfocarse en disfrutar de su compañía cuando están juntos» lo que considera que este tipo de relaciones puede ser beneficiosa y otorgar sus ventajas. Argumenta que este tipo de parejas tiene una comunicación más abierta, permite un espacio importante entre ambos y es perfectamente llevable. Por otra parte, Jim Taylor, psicólogo experto en el tema expone que“las visitas periódicas son muy intensas pero poco realistas” Con ello no dicta que no pueda funcionar una relación de este tipo, (es más, cree que es posible que se mantenga)  sino que es necesario tener la experiencia de juntarse por largos periodos de tiempo para que la pareja pueda crecer.
 
Otros estudios, aseguran que es importante determinar reglas básicas entre los dos miembros para establecer las bases de seguridad y confianza y también postulan que siempre es mejor iniciar una relación de “carne y hueso” para que luego pueda ésta ser capaz de crecer en la distancia.
 
En resumen; mantener una relación a distancia tiene sus inconvenientes pero también sus ventajas. Como siempre, no hay formulas mágicas ni universales y el mantenimiento de dichas relaciones dependerá también de otros aspectos, aquí no mencionados. Lo que está claro es que cada vez estamos más cerca unos de otros y lo que hace años era prácticamente inviable, ahora es cada vez más accesible ¿ ”La distancia es el olvido”?
 
Bibliografía
The Psychology of long Distance Relationships, D, Andersson
 
Long-Distance Love: will it last?  Match.com (2012)
 
El amor en los tiempos de Skype, 2012
Núria Costa, psicóloga

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