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«Entre el amor y el odio»: ambivalencia afectiva

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ambivalencia afectiva
 
“¿Te puedes creer que la amo con toda mi fuerza y al mismo tiempo la odio? No sé que me pasa, es como si no pudiera definir con exactitud lo que siento por ella. Me agrada y me entusiasma a la vez que la odio con la misma intensidad…”
 
Sentimientos contradictorios que van y vienen hacia una misma persona, objeto o situación, esta es la ambivalencia. Este término existe a partir de la noción de valencia (atractivo o aversión de una situación o persona), así lo que genera placer tendrá una valencia positiva mientras que lo que genera displacer tendrá una valencia negativa. Cuando coexisten ambos sentimientos experimentamos dicha ambivalencia.


Las emociones surgen de nuestro cerebro reptil. Somos capaces de identificar cuando nos sentimos tristes, felices o enfadados pero ¿Qué pasa cuando estamos sintiendo de manera opuesta? ¿Qué pasa y de dónde viene esa sensación contradictoria cuando nos situamos entre dos sentimientos antagónicos?
 
Desde el Psicoanálisis, el primero en tomar esta palabra fue Bleuler (1911) para referir el estado emocional, en el que dos impulsos contradictorios (generalmente amor y odio) coexisten. Patológicamente puede observarse en neurosis y esquizofrenias pero también reconoce  una ambivalencia afectiva normal, presente en todo ser humano. La ambivalencia estriba en una oposición del tipo sí-no, en que la afirmación y la negación son simultáneas e inseparables y que puede encontrase en diferentes sectores de la vida psíquica.
 
Siguiendo a Bleuler, quien consideró la ambivalencia en tres ámbitos, tenemos;
 
  • Volitivo; en el que por ejemplo un individuo quiere comer y no comer al mismo tiempo.
  • Intelectual; donde el individuo enuncia una proposición y su contraria
  • Afectivo; donde el individuo ama y odia simultáneamente a la misma persona.
 
Bleuler adoptó el término de ambivalencia afectiva y más tarde Freud, desarrolló el concepto para referirse a los sentimientos de amor y odio hacia el mismo objeto, pero el primer autor lo acuñó para referirse a la situación de dos impulsos; uno recurrente y el otro oponente que actúan juntos en una misma situación. De esta manera, queda explicada una lucha entre “las ideas prohibidas” y la “censura ética del super Yo” y que llega a reprimir al Yo pulsional.  Dicho de otro modo; Se ama y se odia a un mismo objeto/persona. El sujeto lo reprime  y renuncia a ello, para poder socializarse; aunque no desaparecerá, porque queda reprimido y produce efectos inconscientes en la conciencia. Toda esta lucha de la que habla Bleuler constituye una excepción en la persona sana, quien se decidirá por las valencias positivas, antes que las negativas pero el enfermo no sabe lidiar con ambos sentimientos, cosa que reflejará en su patología.
 
Por otra parte y desde la Psicología Social, existen trabajos muy interesantes sobre las emociones ambivalentes y viene del laboratorio de Jeff Larsen, Psicólogo social, de la Universidad de Texas y quien se preguntó si la gente podía experimentar emociones contrarias al mismo tiempo. Los resultados de sus investigaciones concluyen que los seres humanos tenemos la capacidad de experimentar estados emocionales distintos en una misma situación o con una misma persona desde el nacimiento, siendo más claro a partir de los 12 años de edad. Del mismo modo que ciertas experiencias evocan tanto felicidad como tristeza, algunas personas, objetos y situaciones inspiran sentimientos ambivalentes sin que esto resulte patológico, aunque evidentemente en ciertos sujetos se desarrolle en patología. Todo y así y aunque la ambivalencia afectiva pueda darse en pesronas sin alteraciones psicológicas, sí que resulta un síntoma para cuadros obsesivos y depresivos y se hallan en trastornos mentales como neurosis obsesivas y esquizofrenias.
 
Resulta un tema extenso y complejo y no puede quedar reducido a alteraciones psicológicas, ya que la vida de las emociones puede  tomar diversas formas y tal y como he comentado, la ambivalencia forma parte de nuestra vida psíquica, solo hay que prestar atención cuando esta ambivalencia empieza a ser sintomática y pueda desarrollarse en patología.
 
Bibliografia
 
Manual de Psicología Social y Salud. D, Páez, UPV, San Sebastián, 2000
 
Demencia precoz. El grupo de las esquizofrenias, Bleuler. Ed Hormé, Buenos aires (1960)
 
Alternative truth. Psychology Today, 2010
 
Núria Costa, psicóloga

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3 comentarios en “«Entre el amor y el odio»: ambivalencia afectiva

  1. que bien , quisiera saber mas sobre el tema. estoy en esa contrariedad

  2. Hace dos meses me enteré de la infidelidad de mi pareja y mis sentimientos son ambivalentes. Me doy cuenta que reprimo uno de mis sentimientos en favor del otro, pero este aparece recurrentemente y hace mis dias dificiles y de una intensa lucha interior. Me pregunto si es logico estar viviendo esta ambivalencia frente al shock de la situacion o si la ambivalencia es una caracteristica que llevo desde siempre. Confio que con el tiempo esto vaya desapareciendo.

  3. Yo, siento que una persona se comporta conmigo así y, me tiene desconcertada…mi mayor deseo es salir corriendo

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