Psicología social

¿Decir tacos y palabrotas tiene alguna función psicológica?

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decir palabrotas
Imagen de ashish choudhary en Pixabay 

Palabras malsonantes, groserías, tacos, vulgaridades….salen alguna vez de la boca,  como un impulso incontrolable. No es raro entonces que tras una caída,  tras una emoción negativa de rabia, miedo o dolor o ante una situación de impotencia, lancemos al aire una palabrota para desahogar aquello que tan poco toleramos.  Ahora bien, ¿tiene esto alguna función psicológica? ¿Surge de manera automática y por igual en la mayoría de personas? ¿De qué nos sirve soltar de vez en cuando una  palabra soez?

En primer lugar y respondiendo a la primera pregunta planteada, parece que ciertamente sí, decir tacos en un momento dado, tiene una función psicológica y esta no es otra que ayudar a tolerar el dolor. El profesor de psicología, de la Universidad de Keele, Richard Stephens, en un estudio publicado en la revista NeuroReport, afirma que esta forma emocional de expresión, es un fenómeno universal y que solemos utilizarlo para mitigar la intensidad de aquello que nos duele, ya sea física o psicológicamente. En sus experimentos, midió el tiempo que un grupo de personas podía mantener las manos heladas bajo el agua. El hecho de maldecir y soltar alguna que otra grosería ayudaba a soportar el dolor.

Ahora bien, no solo pronunciamos vulgaridades ante un dolor físico, también lo hacemos ante una ofensa, ante el miedo o incluso ante una alegría. Y eso ¿Por qué? Pues porque verbalizar groserías en un momento dado, también nos provoca liberar tensiones emocionales y supone una función catártica para el ser humano. Así que como vemos, y tal como afirma  Timothy Jay, psicólogo especialista en este tema, maldecir no supone solo una forma de agresión sino
que en momentos puntuales nos ayuda como expresión emocional.

  ¿Todos por igual?  

Sabemos que cada ámbito en el que nos movemos requiere de un comportamiento esperado y regido por unas normas sociales y de educación. De esta manera, no nos comunicamos igual en el trabajo, que con los amigos o familiares. Por norma general no nos dedicamos a ir maldiciendo continuamente, pero ciertamente, sí que hay gente, que incluye constantemente en su vocabulario  una jerga particular que resulta ofensiva y malhablada. En según qué grupos, sobre todo los referidos a la delincuencia, se  utiliza un lenguaje vil e insolente para infundir miedo o representar poder.

Por otra parte, algo no muy común pero existente, es, la Cacolalia o también llamada Coprolalia. Nos referimos a ella  para designar la tendencia patológica que sufren algunos sujetos  a decir obscenidades.

En resumen; pronunciar una palabrota ante una situación dolorosa, es una reacción psicológica que conlleva la función de liberación de ese mismo dolor. Suele ser una expresión humana que lleva a la liberación de una tensión emocional. Diferente es, la costumbre de utilizar un lenguaje vulgar y soez ante todo lo que se hace, como expresión de agresión y amenaza.

 
 
Bibliografía
 
Decir palabrotas alivia el dolor. Muy interesante.
 
Aliviar el dolor, 2012,
Scientific American.
 
Núria Costa, psicóloga

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